sábado, 24 de agosto de 2013

DÍA






DÍA

El crepúsculo inundó el  silencio,   
corrí tras el último  rayo de sol       
y lo atrapé en mis manos,    
lo aprisioné en la noche más aciaga,   
mostré las manos a Dios 
y aun vivía la luz.    

Guillermo Martínez Rodríguez


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